Por Carina Pérez García

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Luis Muñoz Oliveira afirma que la gente está decepcionada con la democracia y la posibilidad de la alternancia  al "escoger" a sus gobernantes. Invitado a la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO 2013). El autor de uno de las más recientes publicaciones de Almadía llegó a la ciudad para presentar su libro "La fragilidad del campamento" un ensayo sobre el papel de la tolerancia.

Para el escritor las ideas de tolerancia y combate no están separadas, tienen que ir de la mano con una actitud combativa contra los intolerantes. En entrevista consideró dos posibilidades de ejercer la tolerancia: la primera tiene más que ver con una forma de mera indiferencia y, la otra, la histórica y común, aguantar al otro porque no queda de otra.

Sin embargo L.M. Oliveira cree que la actitud que se ha manejado de tolerancia frente a los demás es una actitud inmoral, se trata de aceptar o rechazar conductas e ideas de los demás, a partir de las razones que defiendan las propias ideas.

"La tolerancia es una actitud que busca el diálogo, pensar no es pasivo, hay que saber por qué el otro dice lo que te molesta, a partir de ello combatirlo con razones y contra-argumentar" consideró el .

La discriminación es intolerable, pero parte de la actitud de ser tolerante es combatir todas esas injusticias, porque la tolerancia es injusta. Esa es una de las razones de su ensayo: que la realidad obligue al ciudadano a salvar ideas, como la tolerancia y permitan construir un país diferente, una sociedad diferente, sin violencia, porque está convencido de que no se puede cambiar a golpes.

"Nosotros podemos discutir con ideas, antes de acudir a la violencia. Hay que dejar en evidencia a los intolerantes, que lo que sostienen no son razones, sino disparates. Lo que hay que hacer es ser conscientes de la intolerancia, tenemos que analizarla, desde el análisis social y personal. Tenemos que analizar si somos o no somos tolerantes, saber qué toleramos y qué no.  Somos muy intolerantes con lo que debíamos ser tolerantes y somos muy tolerantes con lo que debíamos ser intolerantes".

Una idea equivocada de tolerancia es tolerar a los asaltantes, asesinos y narcos, apuntó, el autor aseguró que todo está al revés, porque los mexicanos toleran lo intolerable y se muestran intolerables a lo que tendrían que ser tolerantes.

L. M. Oliveira propuso que es un cambio de conciencia que debería ser de todos, lo cual surge de cada uno y que no se puede achacar la culpa al mundo y a los corruptos.
"Tenemos responsabilidad social y política, debemos ser conscientes de esto, no vamos a cambiar el mundo de hoy a mañana, debe ser un cambio que hagamos muchos, no solo dos".